La Oración Poderosa
Durante la pasada Conferencia General, Tamara Runia habló de que conectar con el cielo significa "permanecer de rodillas hasta que nuestra oración casual se vuelva poderosa" y el Presidente Nelson nos pidió que "por favor, no dejemos que nuestras oraciones suenan como una lista de la compra". Ambas ideas me vinieron a la mente justo antes de arrodillarme para mi oración matutina el lunes pasado y me confesé a mí misma que últimamente no había estado rezando con verdadera intención. Rápidamente racionalice que la razón por la que mis oraciones sonaban como una lista era que necesitaba las mismas cosas todos los días. Sabía que eso no era cierto y que había llegado el momento de volver a centrarme al orar.
A medida que avanzaba el día, me sorprendió que pudiera resolver rápidamente problemas que me habían atormentado durante semanas y que fuera capaz de concentrarme y ser eficiente incluso cuando las cosas sucedían de forma inesperada, como siempre ocurre. Al final del día, con sorpresa, fui capaz de lograr todo lo que necesitaba hacer y más. ¡Esto NUNCA me había pasado como misionero!
Pero esto es exactamente lo que el profeta nos había prometido a todos en la conferencia cuando dijo: "Nuestras oraciones pueden ser -y deberían ser- conversaciones vivas con nuestro Padre Celestial". Y "Su respuesta a vuestras oraciones puede sorprenderos ......".
Esa noche recibí una oración de acción de gracias y expresé mi gratitud por los muchos pequeños milagros y por mi hermosa experiencia, porque sentí personalmente el amor de Dios por mí.
En Marcos 12:30 se nos da el primer mandamiento de "amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas". No hay nada casual en esta descripción del amor, y sin embargo a menudo rezamos casualmente a nuestro Padre Celestial. Como padre, no me siento amado cuando mis hijos me llaman para quejarse o me dan una lista de deseos. Me siento amado cuando comparten sus vidas conmigo a través de una comunicación reflexiva. Si deseamos más que bendiciones casuales y generales en nuestras vidas, entonces debemos cambiar la manera en que oramos para que haya una discusión que refleje amor, confianza y fe en nuestro Padre Celestial.
Ahora que sigo adelante, no espero el mismo éxito cada vez que oró con verdadera intención, pero tengo un testimonio más fuerte de que Dios sí escucha y responde nuestras oraciones. Dios te conoce y te ama y quiere ayudarte y bendecirte. Él quiere que te sientas feliz y exitoso y se preocupa por los detalles de tu vida. Cuando nuestras oraciones son causales, entonces nuestras bendiciones son casuales y es como si fuéramos por la vida en una niebla, pero cuando tomamos el yugo del salvador sobre nosotros y compartimos nuestros pensamientos con Dios en poderosa oración, tenemos acceso a su poderoso poder que todos necesitamos.