Encontrar la paz ante lo desconocido
¿Alguna vez sientes lo mismo? Cuando me siento abrumada por algunas de las tensiones de la vida, es fácil que pierda la esperanza. Tuve esta sensación la semana pasada mientras conducía y oí una voz en mi cabeza que me susurraba: "Lisa, este es MI plan (es decir, el plan de Dios), no tu plan". Mientras pensaba en cómo sería mi plan, me di cuenta de que mi plan se basaría en mis miedos a lo desconocido, por lo que probablemente siempre optaría por hacer que las cosas funcionaran inmediatamente. Este no es un buen plan si lo que necesitamos es experiencia para llegar a ser como Dios quiere que seamos.
Afortunadamente, Dios conoce todas las cosas. Conoce el principio y el fin. Él sabe cómo socorrer a sus hijos para que las cosas funcionen para nuestro bien y no sólo para hacernos sentir cómodos temporalmente. Su perspectiva es mucho mejor que la mía, y también lo es Su plan. Creo que la voz en mi cabeza me estaba recordando que puedo confiar en Dios y en Su plan porque Él puede ver mucho más que yo y si confío en Él, puedo tener la paz necesaria en mi vida mientras me enfrento a lo desconocido.
1 Corintios 13:7-12 describe bien cómo nosotros, como mortales, carecemos de conocimiento y perspectiva, y nos promete que, a medida que vayamos conociendo a Dios, algún día comprenderemos todas las cosas.
1 Corintios 13:7-12
7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 La caridad nunca deja de ser; mas las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y el conocimiento se acabará;
9 porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
10 mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.