Falsas Cumbres
Cualquier excursionista experimentado sabe que siempre debe esperar una o dos falsas cumbres cuando va de excursión a una montaña. Una falsa cumbre es un punto a lo largo de una ruta de montaña que parece ser la cumbre pero que, al llegar a él, revela que la verdadera cumbre está aún más lejos. Cuando una persona se encuentra con una falsa cima, es fácil que se desanime, sobre todo cuando se da cuenta de que tiene que viajar mucho más para llegar a la cima. A veces es tan descorazonador, que la gente suele olvidar su objetivo y opta por dar media vuelta.
Si pensamos en esta situación, nos daremos cuenta de que ocurre muy a menudo en la vida, cuando creemos que hemos terminado una tarea difícil y nos damos cuenta de que aún nos queda mucho por hacer. A veces pienso en esto cuando veo a la gente publicar en las redes sociales sus pensamientos sobre su camino de fe como si lo hubieran completado. Algunas personas publican sobre el descubrimiento de Dios con una nueva comprensión, como cuando entran en las aguas del bautismo. Otros publican que han abandonado la religión y a Dios porque no han recibido las respuestas del cielo en el tiempo previsto. Independientemente de dónde nos encontremos en nuestro viaje de fe, no creo que sea un viaje que tenga un final hasta que veamos a Dios cara a cara. Hasta entonces, siempre habrá una cumbre que se cierne sobre nosotros en nuestro viaje de fe porque siempre nos faltará algo de conocimiento. Esto es lo que se conoce como el velo que nos separa de Dios. Debido a esto, podemos desanimarnos y cansarnos, por lo que nos vemos tentados a proclamar el final de nuestro viaje como si esto nos trajera alivio, cuando en realidad, sólo estanca nuestro progreso. En lugar de buscar un punto de finalización, debemos aceptar y sentirnos cómodos con el panorama incompleto y tener fe en que algún día conoceremos la verdad de todas las cosas a medida que avancemos. Debemos construir sobre lo que ya sabemos, que es nuestra base de verdad, y no sobre nuestras dudas o miedos, que pueden hacernos retroceder ante una falsa cumbre.
Este proceso de aprendizaje se describe en 1 Corintios 13:11-12
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
Como se describe en la escritura, si elegimos dejar de aprender acerca de Dios, entonces nuestro entendimiento de Él permanece inmaduro como el entendimiento de un niño. Es como si escogiéramos dar la vuelta en una cumbre falsa. En lugar de contentarnos con este conocimiento limitado, se nos anima a "dejar esto a un lado" y a avanzar continuamente para construir sobre nuestro aprendizaje de modo que podamos desarrollar una comprensión más madura de Dios. A medida que aprendemos línea tras línea o, como dice la Escritura, por "partes", se nos asegura la promesa de que algún día, cuando vayamos más allá del velo, conoceremos a Dios tan bien como él nos conoce hoy. Aprender sobre Dios y cómo podemos alcanzar la verdadera y espectacular cumbre celestial es el propósito de la vida.
He aquí otras escrituras que nos invitan a avanzar en nuestro camino de fe.
Éter 12:6
16 Sí, y todos cuantos han obrado milagros los han obrado por la fe, tanto aquellos que fueron antes de Cristo, como los que fueron después de él.
Isaías 4:5
5 Entonces se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá porque la boca de Jehová ha hablado.