Salir de los 99 Puede ser un Lugar Solitario

Hay algunos retos predecibles de la vida que pueden hacernos sentir atascados, como cuidar de los niños pequeños o de los padres mayores o dedicar mucho tiempo y energía a ayudar a personas concretas con sus problemas. Siempre me sorprende lo difícil que es para mí cuando me encuentro en estas situaciones y me pregunto si es porque pasar mucho tiempo cuidando de una o unas pocas personas puede ser bastante aislante a veces.  Es difícil sentir el progreso cuando te enfrentas al mismo bucle de problemas una y otra vez y parece que el mundo pasa por delante de ti. 

Esto puede ocurrirle a los misioneros que sirven en compañías que no han elegido. Nuestros misioneros provienen de orígenes variados de toda América del Norte y del Sur.  Debido a esta diversidad, algunos misioneros no son muy compatibles, pero aun así son asignados juntos para que puedan aprender el uno del otro y fortalecerse mutuamente. Si uno de los misioneros tiene problemas importantes, puede ser muy difícil para su compañero. Mientras me centraba en uno de estos compañeros esta semana, me acordé de la parábola de la oveja perdida en la que el pastor dejó a las 99 para recuperar a la que estaba en el desierto y, por primera vez, vi esta parábola desde una perspectiva diferente. Siempre he supuesto que el pastor encuentra rápidamente a su oveja perdida y la devuelve inmediatamente al rebaño para que esté a salvo. ¿Pero qué pasa si la tarea no es fácil y resulta ser un viaje muy largo y difícil? ¿Y si la oveja perdida se le resiste? ¿Y si el pastor se cansa y se siente solo en sus esfuerzos y empieza a preguntarse si está haciendo una diferencia y anhela volver a estar con la comunidad de las 99?  

Es importante que todos nosotros recordemos que incluso cuando estamos sirviendo entre bastidores, seguimos sirviendo a Dios de manera significativa.  En Mosiah (Libro de Mormón) 2:17 dice "cuando estáis al servicio de vuestros semejantes sólo estáis al servicio de vuestro Dios".  Si podemos mantener esto en mente, eleva cualquier servicio en algo mucho más relevante y significativo y ciertamente vale la pena. 

En estas fiestas, céntrate en compartir la bondad, como hizo Jesús. Busca oportunidades para llevar alegría a alguien nuevo cada día.  Puedes encontrar ideas fáciles en #Light the World.  https://www.churchofjesuschrist.org/comeuntochrist

Escrituras en las que he encontrado inspiración esta semana:

Lucas 15:4–6

4 ¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y se le pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la que se le perdió, hasta que la halla?

5 Y al encontrarla, la pone sobre sus hombros gozoso;

6 y cuando llega a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: Alegraos conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido.

Mosiah 2:17

2 para que sepáis que cuando os halláis al servicio de semejantes vuestros  solo estáis al servicio de vuestro Dios. 

D&C 18:10

10 Recordad que el valor de las almas es grande a la vista de Dios. 

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